Ni siquiera recuerdo tu nombre...
aún hoy, a pesar de intentarlo no tengo en mi mente tu rostro
no te puedo recordar...
Sólo recuerdo, entre movimientos inconexos
que mi mente sólo evocaba su recuerdo,
que en tus torpes manos
intenté encontrar la astucia y avidez de las suyas
que no podía buscar tus labios
sólo porque no se parecían a los suyos...
No hay vacíos, sólo lagunas mentales
no hay remordimientos
sólo la ausencia de tu recuerdo
no hay nostalgias
sólo aún su aroma en mi piel
después de tu absurda penetración...
Wow, Nallely, es profundo, tanto como el vacío en que puede caer una penetración efimera, dislocada, pero que se implanta en el alma y nos llena de un hueco incurable, sentencioso, peligroso y que, no dudo, muchas veces se hace con uno y uno con èl, porque hemos nacido gustosos de ese dolor de nostalgia. Lo rechazamos, negamos su existencia, pero absurdo o extraño, se hace más que un sentimiento, y nosostros sus adversarios, sus prisioneros.
ResponderEliminarMe gusto mucho, la verdad que sí.
Un beso.
Esa efusion qe llamamos melancolia, no es mas que el arrebato del recuerdo, alguna vez sentiras quebrarte por otras manos...
ResponderEliminarTe la mamaste.
ResponderEliminarEsta buenisimo.